jueves, 16 de julio de 2009

El regreso de Prístimo

Mientras las sombras gozan de su último bacanal de sangre y fuego dentro del recinto del templo, una figura cansada y enclenque camina a pasos cortos hacia la gran puerta. La lluvia empapa su delgado manto debilitando más aún la frágil salud del viajero. Por fin sus manos tocan la antigua madera de la puerta carcomida de humedad y viento. El viajero puede sentir las presencias que habitan ahora en el interior del monasterio, la ira irrumpe en su alma dotándolo de vigor y fuerza sobre humanas. Las puertas se abren intempestivamente, haciendo ingresar la tormenta. Los demonios y las alimañas del averno se dan cuenta de quién ha regresado, no les queda más remedio que escapar por donde ingresaron, jurando venganza, jurando volver, lanzando maldiciones hacia el viajero. La ira se disipa, el monasterio está limpio, pero Prístimo no descansa, tiene que continuar con la tarea, la Biblia de Shkámeron aguarda en una de las viejas estanterías...